Coincidimos todos en que vivimos un acontecimiento único y fantástico: una nevada en Buenos Aires. Aunque algunos opinadores quisieron sumar puntos en las AM dándole un matiz trágico y peligroso al asunto, vivir la experiencia de una nevada (bueno, tampoco esto fue Las Leñas...) combinó sensaciones de alegría y fascinación inesperadas. Estuvo bueno.
La nieve anduvo por casa